EL HINCHA DE CHATARRA
Arrancó igual, como aquel que habla para si. Hace años, bastantes en
verdad yo trabajaba en contacto con una oficina de asesoramiento impositivo.
Los tipos era dos grossos, por lo que sabían de impuestos y, más que nada en
verdad, porque eran dos ex inspectores de la DGI ( asi se llamaba antes lo que
hoy es la Agencia tributaria). Y por ende tenían las puertas ( y los anaqueles)
abiertos para reordenar líos de impuestos.
Evasores
dirás, me metí.
Si
evasores, o futuros evasores, tipos que no querían pagar impuestos y querían
dibujar los números.
Como
todo argentino. ¿ Ya estaba De Narvaes en esa época?.
Seguro,
pero no con ellos. Bueno, y ahora cállate. Una tarde llegue a la oficina,un
semipiso moderno en Lavalle y Montevideo. Fui más de sociales, estaba al pedo
en el centro y pase a tomar un café.
Me
abre Cris la puerta y me hace un gesto de que me calle, me lleva a su oficina y
me dice: hablemos despacio, ahí adentro están Juan Carlos y Rodolfo con los
hermanos chatarreros. Hay un clima de mierda, hace 4 horas que están allí y la
cosa está muy densa.
Vengo
otro día.
Mejor,
me dijo Cristina.
Rusvi:
un breve encuadramiento de la situación,
a inicios de la década del 50 cuando estábamos pum para arriba había una
familia de Nueva Pompeya, padre y dos hijos varones, que juntaban chatarra,
tipos curtidos, buena gente. Les iba relativamente bien, cuando el padre muere
los dos hermanos continúan con el negocio, aunque Santiago tenía pasta para más
y Roberto era un laburante a full, que confiado en la capacidad de su hermano
dejo hacer. Primero, un vecino que también juntaba chatarra tuvo un problema
familiar y los hermanos lo bancaron un tiempo, como contrapartida, cuando el
tipo salió de la mala los hermanos le pidieron que juntara chatarra para ellos.
Habían alquilado un predio y se transformaron en mayoristas, la política era
siempre la misma, ellos apoyaban a otro
chatarrero, le mejoraban el caballo, le compraban una camioneta luego un
camioncito, etc. y a cambio cobraban en chatarra y fidelidad.
Crecieron
y se diversificaron, primero invirtieron en propiedades en la Capital, dos
terrenos de los que hicieron sendas playas de estacionamiento en pleno centro,
luego ya en las ligas mayores, la juntaban con pala, y como todo burgués
argentino, compraron una estancia en Loberia 10.000 hectareas, luego otra en
Misiones donde armaron una cabaña de cebúes. Total que en 20 años eran ricos,
muy ricos.
Se
hicieron fuertes en sociales, el Club Huracán era su reducto, estaban o
bancaban siempre a las comisiones ganadoras. Fanaticos quemeros no se perdían
un partido.
Igual
eran un poco paranoicos y salvo el estudio de Juan Carlos y Rodolfo, solo los
hermanos sabían cuanto tenían. Cada empresa era una unidad que no estaba
vinculada con la otra.
El
golpe militar del ´76, les generó problemas, como a todos, primero se compraron
el discurso de Martinez de Hoz e importaron una maquina usada de EEUU para
desguazar coches. A los dos años habían perdido casi un millón de dólares, era
más barato importar hierro desde Brasil que comprar chatarra en la Argentina.
Igual
eso eran monedas. Un conocido los embaló para entrar al negocio de la
construcción con los militares, era la época del Intendente Cacciatore y sus
autopistas en la Capital. En esa época con contactos con los milicos se ganaban
fácil las obras o los contratos, ellos armaron con este tipo de contacto una
empresa de Grúas y, previo “aceitada” de los milicos, agarraron la obra de la
autopista a Liniers.
Dos
años viento en popa, pero cuando se licitó la bifurcación a Ezeiza, perdieron la licitación. ¿Juego de
oferta o demanda, libre competencia neoliberal de los milicos?. No y allí nace
este quilombo. Como me vine a enterar dos días después, cuando pase nuevamente
por la oficina. Todo estaba calmo entonces, Rodolfo me saludo, me invito a su
oficina, pidió dos cafés y se fue a lavar las manos ( era un TOC de cuidado).
Volvió,
se sentó y me dijo: no sabes Abdul los días que tuvimos. Santiago y Roberto enloquecieron, estuvimos
un día calmándolos y creo, solo creo, que logramos evitar una tragedia.
¿Pero
que fue lo que pasó?.
Mirá
, en la nueva empresa de Gruas para la construcción, el socio los cagó, sotto
vocce había armado otra en paralelo y les birlo la licitación.
¡Que
hijo de puta!
Si,
flor de hijo de puta, la guita la hizo con ellos y podía seguir juntándola con
pala, pero un milico, me parece, que iba por allí, le dijo que armaran otra en
sociedad y le garantizaba todas las obras, asi que de cayetano les armó otra
empresa y los recago.
Bueno Bussnisess
are bussiness, me hice el canchero.
Si,
pero ellos manejan otros códigos, más de barrio, de chatarreros, de calle.
Estaban re locos, se persiguen, su lógica es: si otros se enteran que nos
cagaron todos nos cagarán.
Bueno
es una cagada pero…
Mirá
Abdul, la verdad es que ellos eran macanudos, pero si alguno en el negocio de
la chatarra los engañaba lo cagaban a palos, esto es así, como en los mataderos
con los matarifes, es un ambiente pesado, llevadero pero pesado.
¿
Bueno y que querían hacer? Denunciarlo por trucho, por cometear más que ellos o
a sus espaldas, comenté.
No
hermano querían matarlo, y toda la tarde de ese día fue un loquero, Juan Carlos convenciéndolos que ellos estaban
forrados, que no tenían ningún problema que justificara que alguno muriera o
uno de ellos fuera preso. Era de locos, la discusión giro durante seis horas en
si lo mataba Roberto que era el mayor o Santiago que tenía los hijos adultos.
No
me jodan: les dije
Abdul,
no es joda, pero bueno la cosa creo que pasó. Y los tipos se fueron más
tranquilos.
Abdul
se detuvo en el cuento, y reflexionó ¡Cuán equivocado estaba Rodolfo. Ayer lo
mataron.!
¿Qué
decis Abdul? tantos años después. ¿Cómo sabes?
Fácil,
el tipo que mataron ayer en Velez era el cagador.
¿Y
eso? ¿ de donde sacas la data?
Me
pasa el Clarin deportivo, leo “ El presidente del Club Huracan Roberto…..,
lamentó la muerte del hincha de Velez y garantizó que ayudarían a buscar al
responsable, si fue un hincha del club, aunque estaba convencido que era por un
problema de robo…...”
Rusvi
Tahan
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