Una noche distinta, sin mayores cosas para hacer, mejor que
mirar el límpido cielo y una luna llena que todo lo ilumina. Embolado por
circunstancias que no vale la pena describir ( aca entre nosotros, perdimos un
partido estúpido) me serví un buen
Chivas, un solo hielo y me senté en el jardín mirando las estrellas.
Al minuto percibí una estrella que se movía de sur a norte,
llame a la negra para mostrarle, salió entre obligada y embolada a ver esta
cosa común. Pocos minutos después estaba mirando la segunda estrella de sur a
norte, ¿serán los vulcanos?, ¿otros sere?. No, me parece que no, me parece obvio
que son los satélites de Bush, la famosa guerra de galaxias, Made in Pentagono.
Al rato la tercera amigos, lo interesante es pensar que yo
estoy en una chacra en Lago Puelo, en Patagonia, tres satélites, no, cuatro,
pero este avanza de norte a sur.
Pienso: Jack Ryan esta allí, mirándome, imaginando un nuevo
Bin Laden, o esta, seguramente, al reverendo pedo un boludo, mirándome, a otro
boludo que toma un whisky con un hielo.
Pasan los minutos, ya no hay satélites tan seguido, son las
23 hs. será el horario de protección al menor. Habría que decirle a los malos
así salen a esa hora.
Me distraigo con un tero, camina con dos pasos, se para,
camina otros dos, se para, grazna, ese sonido bullicioso, diría el finado Don Segundo
Real, tan bullicioso que, creo, los perros los matan por ruidosos. Mi tía María
los tenía en la quinta, les cortaba las alas y los dejaba allí, según ella eran
vigilantes, como era muy miserable la pobre tía, les parecían geniales, ya que
no tenía que ocuparse, como con los perros, de darles de comer, ellos estaban
allí y comían gusanos, la gallega, era amarreta, muy. Igual que su hermana, mi
Tía Agustina, a la que asesinaron en el pueblo, de un hachazo, pensarían que
tendría millones en el colchón. Gallega pero bancarizada eso si, muerte al
pedo, el vecino se pudrió en la cárcel. No tenía buenos abogados, era un típico
perejil, asesino eso sí.
La distracción es de segundos, levanto la vista para divisar
otro satélite de vigilancia, que duda cabe me vigilan, ¿será el blog?. ¿Molestare
a alguien con estos textos estúpidos?.
Quizas, me envalentono, el whisky libera, me levanto y
escribo…
Revolución, revolución, revolución,
Bomba, bomba, bomba
Evo, Evo, Evo
Será así, que cada palabra se distingue y separan tus
grabaciones o tus textos desde un server en Sudáfrica que guarda todo????
Sudáfrica no es Mandela??
No la gobiernan los negros??
O será eso para la gilada, los negros siguen esclavizados,
Mandela esta muerto y tienen un muñeco parecido y los yanquis pagan un server
allí, con negros que lo mantiene a mitad de precio, ¿mitad??
No, monedas.
Me tomo otro trago de buen Chivas, igual miro el vaso, hay
que evitar tomarse una tijereta. Que insecto inmundo, se mete en todo, la
bombilla del mate, el pico del sifón, en todo, si te descuidas te mandas una y
es un asco.
Hay luna llena. Muy llena.
Se ve la luna. Si. Pero además, los perros ladran, lloran, anoche mi
negra se levantó para ver porque lloraban tanto los perros, parecía de día, me
dijo. La luna aluna decía mi abuela, es cierto.
La radio suena re mal, con mucha descarga. Sabina. Rock y un
programa tipo bizarro.
Jack Ryan sigue allí, pasó otro satelite, pero esta vez casi
media hora después. Podría haber asesinado a alguien en esta media hora. Me dan
ganas de levantarme y buscar el machete, para cuando pase el próximo hacer esas
escenas de los mujaidines que gesticulan y gritan.
Les faltan satélites. No pasó ninguno más, por lo menos
hasta que yo me aburrí y me dio mucho sueño.
Aún hay esperanza.
Rusvi Tahan
1 comentario:
Che, jurás que era sólo Chivas, o había algún otro mejunje ahí?...
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