viernes, 4 de marzo de 2011

Temporada de incendios

Dos chicos, un accidente, quizás una negligencia, quizás resentimiento, fuego, mucho fuego, destrucción, miedo, pérdidas materiales, cientos de personas tratando de mitigar, contener, apagar el fuego, desorden, desinformación, mala información, negligente información, solidaridad, lluvia milagrosa.
Estas palabras y quizás muchas más deben contener un pequeño resumen de lo que empezó siendo una boludez a las 15:30 hs del lunes 28 de febrero, detrás de un Colegio en Lago Puelo y terminó en drama 36 hs. después en El Hoyo, en el medio del tiempo y del espacio , de las horas y los kilómetros todas esas palabras caben.
Me interesa quizás reflexionar sobre aquellas cosas que no se hablan tan claramente en estos momentos. La Comarca Andina del Paralelo 42 creció exponencialmente en población en los últimos 15 años, esa población se metió dentro de los bosques y dentro de las plantaciones de pinos, esa población también recrea en forma bucólica una realidad y desconoce supinamente las consecuencias de esa recreación imaginaria.
Por ejemplo mucha población, pongamos la del sector de El Hoyo más afectado, los parajes Rincón Currumahuida, Bolsa de Gatos, Ocupación, carece de agua en calidad y cantidad. Es decir en situaciones normales tiene poca agua, en crisis no tiene nada.
La mayoría de la población es abastecida por sistemas mecánicos y sin luz, cuando el fuego se lleva puesto el servicio de luz, queda indefensa y sin una gota de agua y sin poder usar mecánicamente sus reservas. La ironía de tener agua pero no la bomba eléctrica para utilizarla para frenar el fuego.
Otro problema las parcelas rurales están siendo loteadas y subdivididas de manera legal o ilegal, con anuencia o sin anuencia del Municipio local, los servicios luego deben ir a enormes distancias produciendo una costosísima red, y paralelamente generando una valoración enorme de las parcelas que quedan en el medio y así aumenta la presión al loteo y la venta pues nada, ninguna producción, ni siquiera, me animaría a decir, los emprendimientos de cabañas son tan rentables como el fraccionamiento y la venta de lotes pequeños. Viejos pobladores dueños de 4 a 6 hectareas, pobres desde siempre venden, malvenden la mayoría de las veces, por coches, camionetas y demás chirimbolos, tierras que inmediatamente cobran un impresionante valor en dólares.
Tercer problema la nueva gente, generalmente urbana, se instala con todo su aparataje ciudadano, una demanda eléctrica importante, para un sistema previsto por el estado hace 50 años para diez y ahora hay cien. ¿Quién paga las nuevas líneas y el mejoramiento del servicio que serían necesarios?.
Además, pone sus desechos humanos en cámaras sépticas generalmente ineficientes y aumenta la contaminación de las napas, los ríos, los lagos.
Todo eso y muchas más cosas no se hablan ni antes, ni después, de estas coyunturas tremendas.
Mañana, apagado el fuego, sin vestigios del humo arrancaremos con el circo de siempre.
Sería una pena no poder parar la pelota y evaluar por ejemplo una nueva planificación urbana, que preserve la idea de lugar incontaminado, la tranquilidad, el verde, pero a la vez que ordene de manera diferente la situación actual.
Si no, lo próximo puede no ser el fuego si no el agua, que arrastrará a cientos de personas ubicadas en la vera del Río Quemquemtreu o del Río Azul, algunos pobres en casa precarias, que generalmente terminan evacuados y sin nada, otros ricos que construyen sus casonas sin evaluar la proximidad del río y luego demandan al Municipio murallas contenedoras que arruinan el paisaje, limitan el acceso y transforman en piletas futuras, grandes porciones de la Comarca, recreando los peores paisajes que día a día nos trasmite la TV de Río de Janeiro, La Paz, Caracas, etc. etc.
Un párrafo final a los medios de comunicación, la verdad es que algunos tienen movileros de cuarta que se hacen los Gómez Fuentes hablando agitadamente y exagerando las notas, el caso más patetico el de Patagonia Andina. Otros como Radio Nacional directamente carecen de movileros o sea, esperan que alguien los llame para decirles algo a los radioescuchas, carace de generadores de luz de emergencia, por lo que si hay un corte de luz en una catástrofe, lo más probable que suceda, los pobladores se quedan sin una voz oficial para seguir.
Finalmente no hay, nunca la hay, coordinación entre lo que dicen los responsables politicos de El Bolsón, lo que dice Lago Puelo y lo que dice El Hoyo de tal suerte que cada uno hace la suya, abre escuelas, cierra escuelas, cierra caminos, abre caminos, advierten una cosa a veces u otras veces lo contrario, generando confusión y angustia entre los vecinos.
Las catástrofes son raras, pero las situaciones que relato son permanentes, siempre, sin excepción, cada uno hace la suya. Todo en un mismo ambito geografico, todos compartiendo un barco donde hay más de un timonel, más de un capitan y cientos de pasajeros inermes.

Rusvi Tahan

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