jueves, 5 de julio de 2012

PEDRO Y El Lobo.


Hace un tiempo que me hago una pregunta, ¿Cómo salir del brete comunicacional  en la que estamos inmersos? ¿Cómo escapar al peligro de Pedro y el Lobo?
En esta maniobra de pinzas, por un lado encontramos a la oposición mediática que, desde hace 9 años, habla de que: “Solo estamos bien por el viento de cola”. “Hay una corrupción rampante”. “El gobierno es compulsivo confrontativo”. “La Argentina esta yendo al abismo económico ”. Los políticos opositores repiten esta letania solo porque  encuentran visibilidad solo sometiéndose a la voluntad de los Bonelli, los Oro, los Lanatta.
En ese trámite la conjunción de la oposición mediática y económica crean un candidato, sin luces  pero al que  presentan como la gran esperanza blanca , tal es don Mauricio y lo protegen de tal suerte que está blindado.
Toda esta oposición sufrió las consecuencias de Pedro hace menos de un año, perdió con todo éxito porque el lobo nunca apareció.
Pero, en el otro lado,  y ahora intento aclarar la idea, también el gobierno agita la fabula de Pedro y el Lobo, cuando sostiene que toda acción en contra es destituyente.
Veamos: la acción de la Sociedad Rural y Cía se transformó en destituyente por la forma gorila en que derivó el conflicto. Y porque iban por Cristina. El dialogo entre Biolcatti y Grondona impulsando a Cobos sincero descarnadamente la jugada.
Clarín es destituyente siempre, porque perdió, con el futbol y con la resolución de la corte, que la obliga a desinvertir antes de finales de diciembre, está a punto de perder mucho más dinero.
El resto de los medios que lo acompañan, siempre son destituyentes, porque han sido extorsivos hacia la política desde hace muchos años. Los medios graficos privados se han transformado en mafias extorsionadoras en todas y cada una de las provincias, viven y usufructúan de la pauta oficial. Y actúan como instrumentos de los grupos de poder para, mediante coerción informativa, mantener futuras pautas.
Quiero hacer aquí una pequeña digresión a manera de ejemplo: en nuestra provincia un diario extorsivo y, cuando quiso, destituyente, ha sido el Diario El Chubut. Fue, por imperio de la carrera política de su dueño, el Sr. Saenz, un ejecutor de la política destituyente contra Nestor Perl. Arrancó de punta contra el gobernador Maestro hasta que este “aceitó” la pauta a su favor, fue generosamente lubricado por la pauta oficial de Das Neves. Y hoy, pareciera, que al principio dubitativo  ha decidido jugar el partido del desgaste del tándem Radicalismo-Das Neves – McCarthy,  por simple coincidencia de coyuntura,.
 Regreso al nudo, las oligarquías, que: o controlan o son favorecidas por los medios. En Argentina y en América Latina, son siempre destituyentes cuando no se aplican sus encuadres económicos e ideológicos, o cuando, aun aplicándose, estos no producen las feroces transferencias de ingresos y poder a su favor que estas esperan, o cuando , como es el caso actual, en la Argentina, ganan fortunas, pero pierden poder en relación al Estado, la consideración social y en la construcción de relato.
Es en este contexto donde hay que darle la trascendencia que merece a su accionar,  se han hinchado las pelotas y primero fueron por Zelaya y Lugo, en dos países donde los partidos políticos son solo una extensión de estas oligarquías y los pueblos están totalmente sumergidos, pero insistirán contra Evo , Chavez y Correa en breve. En esto hago un llamado de atención, los sectores e intelectuales del campo popular que dan mucha entidad al imperialismo, deben remarcar con más ahinco que oligarquías e imperialismo son lo mismo, una alianza que implica que no pueden prescindir unos de otros.
Pero, ¿una interna del peronismo desembozada como la que se ha desatado entre Scioli-Moyano contra los K. es destituyente?
¿El gobierno no agita en demasía la cuestión de lo destituyente en esta pelicula? ¿No está corriendo el riesgo de enmarcar todos y cada uno de los conflictos que se susciten  en esa definición, sin entonces poder comunicar la verdadera naturaleza del conflicto?.
Es decir: la lucha contra el poder económico-mediático oligárquico generara siempre un encuadre de conflicto. Y entonces hay que poder comunicar hacia dónde vamos, quienes son los obstáculos y cuáles son los actuales límites del modelo, en especial los limites externos que quitan horizonte a la ecuación económica virtuosa del doble superávit. Esto es un problema, grave, pero no irresoluble.
Lo grave a pensar es que, como bien me señala mi amigo Malaonda, si la Oposición extrapartidaria está tan debilitada, sin candidato  y sin propuesta en crecimiento, entonces, la Oposición Interna es la Oposición. Si en el horizonte está el poder, ya que no hay quién lo ponga en duda desde afuera, el que lo apetece Internamente, muestra los dientes. Hay una dimensión de la lucha por la toma del poder, al que la teoría política llama “agonal” (que viene de “agonía”) en donde la lucha es a muerte… En este sentido, el paro camionero desabastecedor, por sus características, por la coalición “espontánea” que generó, sí, se transformó en destituyente.
La convicción de muchos de nosotros  es que con este modelo y con algún conductor comprometido  se podrá seguir avanzando en el cambio social. De ello  se concluye  que hace falta construir un candidato que no sea Scioli.
¿Y Scioli?. Pareciera estar tentado de ir contra su naturaleza y plantear la lucha como agonal, pues, sin sentido de la oportunidad local y mundial, decide hacerse el malo y valiente justo en esta coyuntura. Como respuesta  el gobierno Nacional replica desgastando a Scioli, sugiriendo que es casi tan inepto como Macri. Scioli se equivoca, pues lo alcanzará el síndrome de Angeloz en el 1988  o Duhalde diez años después, no será él quién resulte ganador sino la oligarquía para la que el es un simple peón del tablero.
Y entonces además del kilombo externo y la inflación, pues el gobierno no controla las variables oligopólicas nacionales,  iniciamos una feroz interna, abriendo un frente peligroso en medio de la tormenta.
Como bien señala Aliverti el lunes en Pagina 12 “…. resta continuar braceando por la profundización de los cambios. Y uno de los riesgos es interpretar que eso consiste, únicamente, en acabar con Moyano o cascotearle el rancho a Scioli.”
Hay que encontrar nuevos nombres a lo destituyente, nombres que lo expresen en cada momento, pues si se usa hasta el hartazgo la idea de que todo es destituyente   al gobierno puede pasarle lo de a Pedro. –al final-  la gente se pudre, dice: “Pero si esto es típico de los peronistas” ( y de los radicales agrego yo) y cuando haga falta en serio –ojalá que no-  que se movilice a bancar al gobierno, quizás le de la espalda desconfiada o aburrida. Esta es mi preocupación. ¿Es el único camino? No lo sé. ¿Lo inició el gobierno? No lo se. ¿Se puede evitar?, seguro que sí.
Eso si que lobos hay, los hay.
Rusvi Tahan





1 comentario:

Guille dijo...

Muy interesante el análisis, aun para disentir. Sinceramente, creo que no abusa el gobierno de la idea de lo destituyente frente a la entente Moyano-Scioli, con exhibición de músculo para controlar el abastecimiento de recursos básicos. El Negro ya está cooptado, y Scioli lo está desde siempre, desde que Menem le dio la mano – y, según los cabuleros, se la sacó – el día que terminó la carrera náutica del actual gobernador. Creo que Macri es la gran esperanza blanca ideal de la oligarquía, pero Scioli la real, porque como bien señalás citando a Malaonda, la única oposición real al gobierno – hoy por hoy – es interna al PJ. A esta altura, tanto Scioli como Moyano son meros peones del juego de la oligarquía. Scioli es un conserva astuto y acomodaticio que sabe agachar la cabeza, maniobrar y esperar el momento que cree propicio (también sabe equivocarse en la apreciación de la oportunidad) (el quiste en el culo que es Marioto fue una jugada magistral de la morocha). Moyano acaba de demostrar ser un Gordo más gordo que los Gordos, con todo lo que eso implica. Lo que el gobierno intenta hacer es mantener el velo abierto sobre los propósitos ulteriores de esa alianza extorsiva, que quizá no sea destituyente en el sentido estricto de pretender la caída lisa y llana de Cristina (como quería la Mesa de Enlace impulsando a Cobos), sino destituyente del modelo: que Cristina termine su mandato, pero debilitada, sin candidato propio (K), liberando la arena para un pseudoperonismo menemoide (Scioli) o, si Dios es grande, un conservador en serio: Macri. Creo que el gobierno hace bien en mantenernos alerta; el discurso (en cada discurso de Cristina) es claro: el modelo desarrollista contracíclico y con inclusión social, en el contexto de una contradicción principal regional (mundial, en rigor) entre productivismo y financierismo (interesantemente, no como lucha de clases – porque los grandes productores y especuladores mundiales son en última instancia los mismos – sino como dialéctica entre paradigmas económicos sobre la cual se monta la lucha de otras clases) no es un regalo gratuito de una presidenta, es una lucha difícil, con mucho trabajo, mucha oposición de sectores minoritarios pero muy poderosos cuyos privilegios se ven afectados, y que sólo puede ser sostenida con una ciudadanía despierta, atenta y lista para defender los logros y los cambios estructurales, sea movilizándose en respaldo, o no movilizándose con los cantos de sirena reivindicativos de intereses de otros. Reiterando, la movida de Moyano en la que – apoyándola o no – Scioli quedó pegado, es, creo, ciertamente destituyente, si no del gobierno, sí del modelo. Y la respuesta del gobierno es, además de alertar a la ciudadanía afín, tratar de convertir a esos dos en salvavidas de plomo que se hundan mutuamente, como lo fueron Duhalde y Das Neves.